Experimenta la paz y la tranquilidad con el desapego
- Helen Rodríguez
- 27 may 2024
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez has pensado que quieres tener una varita mágica para que todo salga como quieres y de manera rápida? Y aunque esto sea solo una fantasía de nuestra imaginación, inconscientemente si queremos resolver todo a nuestro alrededor e incluso solventar la vida de las personas que más queremos. Queremos ser la planificadora de todo, y ser perfectas como madre, esposa, profesional, amiga, hija, entre otros roles.
Nos encontramos constantemente atrapadas en un torbellino de actividades, preocupaciones y expectativas. Nos apegamos a la idea de cómo deberían ser las cosas en el hogar, el trabajo y con la familia, y la mayoría de las veces si las cosas no salen como esperamos, nos sentimos ansiosas, frustradas e incluso culpables o que no somos suficientes.
Estas situaciones frecuentemente nos llevan al estrés y a ser autoexigentes por la necesidad de controlarlo todo, cubrir expectativas de los demás o a sentir miedo a que nos rechacen e incluso de olvidarnos de nosotras mismas más allá de nuestros roles.
Por ello es importante y fundamental para nuestro bienestar y paz interna practicar la autobservación, el autoconocimiento y el amor propio, y hacer de estos un hábito en nuestra vida que nos ayude con el desapego.
Quiero compartirte algunas ideas que puedes incorporar en tu vida:

Encuentra tiempo para ti misma: En medio de todas tus responsabilidades, es crucial reservar tiempo para ti misma. Esto puede ser difícil, pero incluso unos pocos minutos al día dedicados a actividades que te relajen y recarguen pueden marcar la diferencia.
Acepta que no puedes controlarlo todo: Como madre, esposa y profesional, es natural querer controlar cada aspecto de tu vida y de las vidas de quienes te rodean. Sin embargo, aceptar que hay cosas que están fuera de tu control te ayudará a practicar el desapego.
Practica la gratitud: Apreciar lo que tienes en lugar de enfocarte en lo que te falta puede ayudarte a sentirte más tranquila y menos apegada a situaciones, lugares o personas.
Aprende a soltar: Reconoce que algunas situaciones están fuera de tu control y aprende a dejar ir lo que no puedes cambiar. Esto no significa rendirse, sino aceptar la situación y seguir adelante.
Cuida de ti misma: No puedes cuidar adecuadamente a los demás si no te cuidas a ti misma primero. Prioriza tu bienestar físico, emocional, mental y espiritual.
Prácticas como la atención plena o mindfulness, la meditación, el yoga, la contemplación puede ayudarte conectar con el presente y aceptar las cosas tal como son, sin juzgar. Esto puede ser especialmente útil cuando te sientes apegada a ciertas expectativas o resultados.
Si sientes que te es difícil manejar el apego busca apoyo, habla con tu red de confianza (amigos y familiares) o contacta a un profesional, un coach o terapeuta.
Recuerda que practicar el desapego no significa desconectar emocionalmente de las personas que amas, sino aprender a soltar las expectativas y el control sobre las cosas que no depende de ti y priorizar tu bienestar. Es un proceso gradual, así que sé amable contigo misma mientras trabajas en ello.