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Foto del escritorHelen Rodríguez

Calmarnos ante lo inesperado

Mujer agobiada buscando calmarse ante lo inesperado
Foto de Motoki Tonn en Unsplash

Los imprevistos forman parte de la experiencia humana. Por ejemplo, perder el trabajo, ser víctima de un robo, alguna caída en la calle o una urgencia de un ser querido, incluso en nuestra vida cotidiana, para las que somos madres, aunque tengamos un plan puede que no salga como esperamos y cambia todo lo que teníamos programado. Si hay algo que cuesta manejar son las circunstancias inesperadas, principalmente porque muchas veces nos invade el miedo y la mente empieza a crear historias que nos hace sentir vulnerables, dejándonos sin saber qué hacer.


Pero si hay algo que es indudable es que la incertidumbre y lo inesperado estarán presentes, no sabemos qué nos depara el futuro, y aunque algunas cosas que nos pasan son más sutiles y otras más desafiantes, podemos buscar mecanismos que nos ayuden a enfrentarlas con claridad y fortaleza. Las experiencias son únicas y el camino que escoges para vivirlo también.


Por eso quiero compartirte algunas ideas que pueden ayudarte a transitar momentos inesperados para que el camino sea más calmo y certero.

 

  • Aceptar la incertidumbre ayuda a tener serenidad y claridad mental para buscar alternativas y soluciones a lo que sucede en ese momento. Además, estar atento a las emociones que surgen ayuda en el autoconocimiento y a poder gestionarlas. Si sientes que alguna situación te sobrepasa, el primer paso que puedes tomar para regular las emociones es respirar profundo, u otras acciones simples son caminar o tomar una pausa para organizarte internamente.

  • Enfocarte en el presente e identificar si la mente te cuenta historias que en realidad no están sucediendo. Muchas veces agobia más lo que pensamos que puede pasar que lo que realmente está o termina pasando. La mente trabaja desde el temor y el miedo como instinto de supervivencia, y darte cuenta de esto puede ayudar a mantenerte más clara y vigilante de tu mente con la auto-observación.

  • Apoyarte en tu círculo de confianza, ya que puedes conseguir empatía, escucha, consuelo, compañía e incluso ideas que solventen la situación en la que te encuentras.

  • Posterior al imprevisto, cuando tengas un poco más de tiempo, ayuda hacer una reflexión interna para identificar pensamientos, emociones y aprendizaje sobre lo que te sucede. También puedes liberar energías y emociones contenidas en el cuerpo y la mente realizando tareas simples y automáticas como ejercitarte, organizar o limpiar cosas.

 

Aunque quisiéramos que no pasaran cosas desagradables o inesperadas, estas forman parte de la experiencia humana y por más difícil que sean, transitarlas y ser pacientes con nosotras mismas, forma parte del camino de evolución de nuestro espíritu, así que vívelo, aprende y agradece lo que esa situación vino a enseñarte.




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